Si el año pasado destacó la asistencia masiva a este festival, en esta edición con su cambio de emplazamiento ha terminado de convertirse en uno de los festivales de primera división a nivel estatal. La ubicación bastante menos céntrica que en el Matadero Madrid tuvo lugar en el parque Juan Carlos I, y el cambio no defraudó. Nada del maldito polvo que se metía por todos lados en las anteriores ediciones, mucho más fresco y mucho más espacioso, ningún tipo de aglomeración. Como única queja el escenario Reagge & DanceHall era tapado en su parte final por la carpa Ecko & Hip Hop Nation.
De los conciertos realizados en la primera jornada cabe destacar la actuación de Tote King en el escenario Heineken. Acompañado por su hermano Shotta, desgranó lo mejor de su discografía, moviendo al público perfectamente y cerrando con uno de sus temas estrella Ni de ellos ni de ellas, perteneciente a su disco Un Tipo Cualquiera. Tras la actuación del andaluz, el escenario principal fue tomado por la principal estrella internacional del cartel, el ex hit-squad Redman, colaborador de innumerables estrellas del hiphop americano como Method Man, Cypress Hill o Snoop Dogg por nombrar solo a unos cuantos. Durante su actuación, acompañado de un grupo de MCs que le daban soporte, recitó varios de los temas incluidos en su último disco Red Gone Wild, tuvo una pasada sobre la colaboración que hizo con Christina Aguilera en el 2002 llamada Dirty y sobre todo se dedicó a darle el old school, como el mismo decía, con versión del clásico Rapper's Delight de The Sugarhill Gang. Aunque el público respondió, nos esperábamos más, y es que el rap cantado en ingles no cuaja con la fuerza que poco a poco esta haciéndolo su versión en castellano. Tras el final del de New Jersey nos dirigimos a la carpa Reagge para disfrutar de la potentísima actuación del jamaicano Beannie Man. Con traje, sombrero y bota con tacón cubano, desde el primer acorde este rastaman supo ganarse al público, si en el escenario grande Redman no terminó de enganchar al público, el de Kingston, si que lo supo hacer. La gente no paraba de botar y cantar durante todo su repertorio. Sin duda alguna la sorpresa de la noche. Como cierre del viernes los zaragozanos Violadores del Verso, doble V para los amigos. Poco se puede decir de está banda que no se haya dicho. Con su último LP recién publicado y habiendo sido el primer grupo de hip hop que ha sido número 1 en la lista de ventas, demostraron el porque son los mejores dentro de la escena patria. Las geniales bases de R de Rumba y las rimas de Kase-O, Lírico y Hate, cerraron el escenario Heineken con prácticamente toda la asistencia presente.
Por su parte el sábado se presentó con mucha menos fuerza, tras la inexplicable caída de Nas y su sustitución por el también americano Ja Rule. Cabe destacar la actuación de la Mala Rodríguez, que pese a haber publicado el LP más flojo de su carrera, Malamarismo, supo meterse al público en el bolsillo. Temas como Tengo un trato o Tambalea de su primer LP Lujo Ibérico o La Niña de su segundo trabajo conectaron con el público desde el primer bombo. Durante todo el concierto, la de Jerez de la Frontera estuvo acompañada de Kultama, que reforzó su actuación con los coros. Después de La Mala, la actuación tomo el escenario Ja Rule, natural del newyorkino barrio de Queens. Y si el día anterior le sucedió en menor medida a Redman, en este caso se vio aumentado. Con un concierto más que correcto, el americano no estuvo todo los acompañado que debería de estar un artista con su trayectoria, y es que como hemos dicho antes, por alguna razón que no entendemos los cantantes de hip hop americano no acaban de conectar con el público español. Por su parte los sevillanos SFDK, Zatu al micro, Acción Sánchez a los platos y como invitado dando apoyo Puto Loco, repitieron la misma situación que paso el día anterior con Violadores del Verso. Un disco recién publicado, un público entregadísimo que coreaba y jugaba a la mima oportunidad que le brindaba la banda. Grandes temas como El violinista en el Tejado, el niño Guei o su último single Pruébalo fueron algunos de los grandes momentos de la noche.
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